Es lo que tiene comer al aire libre, que siempre hay alguna
mosca obstinada en sumarse al festín al tiempo que se burla de tu inútil
manoteo defensivo. Esta avispa, en cambio, tuvo la cortesía de no iniciar su incursión
de reconocimiento hasta que dimos buena cuenta del arroz. Y ahí estuvo dándole
vueltas a los pocos granos que sobraron y libando el jugo residual de las almejas. Mientras hacía la foto, cuidando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera molestarla, pensé en cómo cambian las relaciones entre las especies cuando vas por ahí con una hipodérmica cargada de veneno en el culo.
Foto-Relatos
Una imagen, a veces, puede valer más que mil palabras, pero en algunas ocasiones ocurre lo contrario y son las palabras las que exprimen la imagen para rescatar de su hierática quietud un pequeño detalle escondido o una fantasía que la redime del mero retrato de lo cotidiano.
Yerbabuena
Además de su sagrada tarea de aromatizar nuestros reconfortantes pucheros invernales y de la otra, más frívola y veraniega, de mezclarse con el ron de los mojitos en la playa, la humilde yerbabuena, si la dejamos crecer a su albedrío, nos sorprenderá en agosto con esta magnífica y delicada inflorescencia.
Pata de elefante
Ficus mutante
Los árboles, esos grandullones amables y benevolentes que contemplan desde su majestuosa altura nuestra bulliciosa vida a ras de tierra, se mueven y hacen cosas en las que casi nadie repara. Este enorme ficus, por ejemplo, ha desarrollado un pequeño brazo, como de niño, para rascarse la corteza o quizá por el simple gusto de emular a los humanos.
Diversidad
Turismo
Sucio esplendor
Descuadre
Aroche (Huelva) |
Sea cual sea la explicación y además de ella, el herrero del pueblo parece que es también un poco exagerado.
Patio compartido
Pomarão (Portugal) |
Las casas son muy pequeñas y no tienen ni siquiera patio. En lugar de eso han conformado una especie de patio comunitario delante de sus casas: un emparrado comunal donde en verano cada parra ofrece, generosa, su dulce uva y el fresco consuelo de su sombra.
De escalada
Labores
Despeinado
Trastévere (Roma) |
Belleza
El Raval, Barcelona |
Red mortal
Hay que tener suerte y mirar donde casi nunca miramos para distinguir a esta araña entre los matorrales que bordean el camino. Su objetivo es pasar desapercibida y lo consigue a la perfección permaneciendo inmóvil en el centro de su casi invisible tela. Ya en casa, amplías la foto y admiras la delicadeza de esos ocho pies afianzados con increíble precisión a los finísimos hilos de seda. Después reparas en esa extraña figura del abdomen: una especie de tótem, como una calavera de búfalo, sosteniendo un pequeño sol anaranjado entre sus cuernos.
De puntillas
Sé que esto va en contra (una vez más) del principio de inmovilidad de los árboles, pero juro que esta encina se movía. Muy lentamente, eso sí, como si tuviera que planear meticulosamente cada pequeño paso, pero se movía. Cuando regresamos por el mismo camino, después de varias horas, ya no estaba allí.
Tormenta
Tormenta sobre Huelva (Foto cedida) |
Soledad
Qué despacio se anda cuando no se tiene a dónde ir, cuando nadie te espera, cuando todo lo que tienes cabe en una pequeña mochila.
Qué triste debe ser esa primera vez que te paras junto a un contenedor de basura y miras a tu alrededor, indeciso y desesperado, avergonzado de tener que buscar ahí dentro algún mendrugo que llevarte a la boca.
Qué triste debe ser esa primera vez que te paras junto a un contenedor de basura y miras a tu alrededor, indeciso y desesperado, avergonzado de tener que buscar ahí dentro algún mendrugo que llevarte a la boca.
Envidias
El florido kalanchoe, ávido de sol, dirige todo su esplendor hacia la ventana y envidia al sedum que hay sobre el alféizar, al otro lado del cristal, porque este disfruta de un mar de luz. A su vez, el sedum del exterior envidia la situación protegida del kalanchoe que lo resguarda del viento y las heladas. No hay quien los entienda.
Penélope
Plaza de Santa María,
Trastévere, Roma
|
Había algo evocador e intemporal en esta imagen. La ventana altísima y abierta de par en par, el augurio de una estancia antigua y llena de recuerdos en la penumbra interior. Una Penélope romana asomada a su ventana, distraída pero distante del bullicio que colorea el animado Trastévere en el atardecer. El farol ya encendido, para que Ulises sepa dónde está su hogar cuando regrese.
Hice esta primera foto en Septiembre. Dos meses después, a primeros de Noviembre, mi hijo viajó también a Roma con unos amigos y, sin haber visto nunca esta foto ni saber de ella, hizo él mismo esa segunda foto casi idéntica de la misma mujer asomada a la misma ventana.
En esta segunda foto la mujer aparece vestida de negro, como si estuviera de luto. ¿Habría muerto el Ulises de nuestra Penélope?
Idilio galáctico
Casa vieja
Albaicín, Granada |
Gotas en la ventana
(Ampliar foto para ver detalle) |
Liliput
Casi nunca nos detenemos a observar lo diminuto. Pero cuando lo hacemos es como si encogiéramos por un instante y accediéramos a un mundo inexplorado y sorprendente que late debajo del nuestro, como si atravesáramos al otro lado de la lupa que nuestra mano sostiene y nos integráramos en esa especie de burbuja habitada por los seres pequeños: texturas asombrosas, complejísimos insectos y minúsculas flores de exquisita delicadeza.
Guardianes de la playa
Dibujos del agua
La bajamar ha dejado la arena lisa y uniforme como un lienzo humedecido. Después, a medida que el sol va calentando la playa, el agua que empapa la suave pendiente de arena comienza a fluir muy lentamente, formando diminutos manantiales que buscan de nuevo el mar ahora replegado, labrando con sabia delicadeza esas volutas sinuosas que representarán por unas horas, hasta que suba la marea, las algas de un paisaje submarino o las llamaradas de un incendio fosilizado y monocromo.
Oasis en la playa
(Acceso playa de Mazagón) |
Todas las hierbas de los alrededores se han acercado a ver el extraño artilugio donde la gente se lava los pies al regreso de la playa. Y se han quedado ahí, entre estupefactas e indecisas, mirando con envidia el agua derrochada, como esperando la ocasión para meterse también debajo del chorro refrescante y caprichoso.
Barco fondeado
(Isla de Procida) |
Tren de nubes
La piedra perdura
Perfect day
Casa flaca
(Mérida) |
Si no fuera por la enorme parabólica, parecería una vieja casa de pueblo asomando a duras penas, anacrónica y nostálgica, entre las grandes construcciones impersonales del presente.
Primera flor
Molino de viento
(Sanlúcar de Guadiana) |
El ojo oculto
(Sanlúcar de Guadiana) |
Mutantes
Jazmín
(Vejer) |
Detrás de las ruinas
(Baelo
Claudia, Cádiz)
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Sombra y farol
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