Una imagen, a veces, puede valer más que mil palabras, pero en algunas ocasiones ocurre lo contrario y son las palabras las que exprimen la imagen para rescatar de su hierática quietud un pequeño detalle escondido o una fantasía que la redime del mero retrato de lo cotidiano.
Sombra y farol
(Alhambra)
Es curioso, incluso turbador, ver cómo la sombra de una rama sobre el viejo muro parece fundirse con el soporte del farol dando continuidad al arabesco que lo adorna.