Ostentación

(Moguer, Huelva)
Normalmente las casas conviven de buen grado y se las ve casi siempre adormiladas y felices, codo con codo en ese alineamiento apretujado y solemne, como pesadas criaturas que bebieran sin prisa del remanso imaginario de la calle.
Pero a veces alguna sucumbe a una imperiosa necesidad de destacar y se adelanta como si quisiera acaparar para sí toda la calle, y se adorna de toda suerte de abalorios, barnices y forjados.
Otras, en cambio, abandonadas y vacías, se van quedando atrás y languidecen tristemente dejando que el tiempo y el olvido las destruya.