Soledad

Qué despacio se anda cuando no se tiene a dónde ir, cuando nadie te espera, cuando todo lo que tienes cabe en una pequeña mochila.













Qué triste debe ser esa primera vez que te paras junto a un contenedor de basura y miras a tu alrededor, indeciso y desesperado, avergonzado de tener que buscar ahí dentro algún mendrugo que llevarte a la boca.